Aunque parecen líneas paralelas que jamás se cruzaran entre sí, la carrera militar tiene mucho en común con la profesión de árbitro en el fútbol. En ambas la preparación, el esfuerzo, el raciocinio y la templanza son determinantes para tomar de decisiones en situaciones bajo presión que impactaran en la vida (o trabajo) de otros.
Esta premisa entre tantas otras que pudieran existir en los dos universos, la conoce muy bien Gregory Josué González García quien desde niño en San Felipe, estado Yaracuy soñó con defender al país dentro y fuera de sus fronteras con el mismo impulso que siguió para convertirse en Arbitro Profesional del Distrito Capital.
Retomando la actividad en las canchas luego de una ausencia prolongada por la responsabilidad y la pandemia que azotó el mundo, el hijo de Fhibeth y José Gregorio cuenta su experiencia de vida que lo ha llevado a manejar diferentes cosas en la vida: desde un partido de fútbol, un destacamento en la frontera o un tanque militar.
-¿Vivir en el interior del país le permitió jugar de todo lo que podía al alcance?
R: Mi infancia en San Felipe fue muy sana porque me divertí con todos los juegos de la cultura venezolana como trompo, metras, papagayo, perinola así como di mis primeros pasos en el deporte jugando beisbol, baloncesto, natación y futbol.
-¿Pero también se sintió atraído desde temprano por la vida castrense?
R: Desde niño me llamo la atención el tema militar, recuerdo muy pequeño estar al frente del televisor viendo los desfiles militares del 24 de junio (1821) o del 5 de julio (1811) detallando los tanques de guerra y los aviones de combate.
-¿Y su primera decisión fue alistarse en las Fuerzas Armadas?
R: La pasión por las Fuerzas Armadas continuó en la adolescencia al querer alistarme en la aviación por las piruetas que hacían las aeronaves, el espacio aéreo, los recorridos que realizaban durante las paradas militares en el Paseo Los Próceres. Finalmente quede e inicie carrera en el Ejército Nacional el 12 de agosto de 2005.
-¿Cómo fue escalando posiciones en la profesión marcial?
R: Comencé como Cadete de la Academia por cuatro años hasta el 2009 cuando salí graduado de Subteniente del Ejército (rango que posteriormente cambiaron a Teniente y el de Teniente a Primer Teniente). Con el título de Licenciado en Ciencias y Artes Militares Mención Terrestre en mano luego complete una Especialización en Tanques de Guerra (Caballería Blindada) que me llevó a hacer cursos fuera del país.
-¿Sobre qué estudio más allá de las fronteras venezolanas?
R: Como aprendí a manejar un Tanque de Guerra VTR 80 (vehículo blindado anfibio de origen soviético para transportar infantería) estuve seis meses en Rusia estudiando una especialización en el sistema de armas A y K en la provincia de Nizhni Nóvgorod. Al terminar regrese al país para instruir y masificar el conocimiento en el Ejército”
-¿Qué conoció de la amplia Federación Rusa durante este tiempo?
R: Conocí el país pero no desde el tema deportivo o futbolístico pero sino de su extensa cultura, de su entorno social, su historia, de la carrera militar y armamentista.
-¿Cómo se integra al mundo del fútbol, específicamente al arbitraje?
R: Luego de comandar un Grupo y un Escuadrón de Caballería Motorizada en la frontera venezolana (Alta Guajira y Sierra de Perijá en el estado Zulia) pase a retiro con el grado de Capitán en 2022 para dedicarme exclusivamente al arbitraje que llevaba paralelamente desde 2016 cuando ingrese a la Comisión del Distrito Capital.
-¿Qué le llamó la atención sobre la profesión de árbitro?
R: Cuando entre en el fútbol – aún con la vida en los destacamentos – era un curioso de su estructura, de sus reglas que en cierta medida tiene cosas parecidas al ámbito militar como la disciplina, el respeto y la actualización diaria de situaciones que pueden suscitarse en un momento determinado te inducen a seguir preparándote.
– En ambas profesiones es implícita la toma de decisiones que impacta o influye en el destino de un conflicto o un partido ¿Cómo se lleva eso?
R: Esa es otra de las grandes similitudes entre ser militar y árbitro. En las dos tienes la autoridad y el poder de decisión para llevar las cosas con normalidad ajustado a las reglas. En un conflicto bélico o en el fútbol, una mala decisión puede generar problemas, por eso es se debe tener el control de la situación en el momento justo.
– ¿Qué valora usted en esas milésimas de segundos para tomar una decisión?
R: En primer lugar se analiza la situación que se está presentando. Si es un partido de fútbol, por ejemplo, colocó en la mente las posibles acciones que se pueden presentar con las posibles respuestas que puedo rápidamente dar cuando estas ocurran. El árbitro tiene una conversación interna para que en cada situación cuente al menos con tres segundos para responder a un jugador, un técnico o a un colega.
– ¿Se escucha fácil como autoridad de veintidós personas en cancha?
R: No lo es porque genera un desgate físico y mental en el árbitro porque las emociones de los protagonistas del partido son totalmente distintas entre sí. Lo que piensa un jugador no es la misma del otro, ni siquiera es igual a la del entrenador. El sentimiento del público es distinta a la del árbitro que a su vez es diferente a la de su asistente.
-¿Cómo se maneja eso en un partido con su perspectiva de militar?
R: En el buen sentido de las comparaciones los jugadores los asoció como los soldados que comandaba. Si como autoridad los trato alterado, ellos responderán del mismo modo…pero si estoy en un estado neutral, de control y tranquilidad, argumentando las decisiones con fundamentos, te entenderán aun cuando le estas llamando la atención.
-¿El dominio del carácter es fundamental en situaciones críticas?
R: Si voy a amonestar un jugador debo decirle el motivo con tranquilidad sin apelar a gritos o efusividad corporal que delate agresividad que él va responder de igual forma. Lo mismo pasa con un técnico ansioso por ganar porque de eso depende su empleo que es lo que lleva el sustento a casa. Nadie se quiere equivocar, nadie quiere fallar.
-¿Por eso la empatía y el respeto son importantes en el arbitraje?
R: Es crucial ser empático con los demás. No imponer una decisión, es guiarlos con madurez. También es importante saber dirigirte a las personas que tienen ascendencia o descendencia sobre ti. Debo hablar con los profesores de la Comisión con el mismo respeto que lo realizaba con mis superiores militares. La primera impresión es la que siempre vale…como vistes, caminas, conversas y comportas.
– ¿Cómo se controla la presión en la cancha y en el frente de batalla?
R: Cuando estaba destacado en una base fronteriza en la Sierra de Perijá, donde confluyen situaciones importantes que atender como provisiones, armamentos, fuerzas irregulares – no podía asumir responsabilidades de los subalternos que podían resolver con actitud y trabajo. En la cancha siempre le digo a los jugadores que vengo a controlar un partido, si hay una problema, debo afrontarlo con tranquilidad.
-Su experiencia le ha permitido tener habilidades de mano, ¿Cómo se desarrolla?
R: Hay principios en el liderazgo que son conocerse a ti mismo y tu entorno para saber quiénes tiene talento en una actividad determinada. Uno debe ser psicólogo, analizar el contexto del juego, lo que está sucediendo dentro y fuera de la cancha.
-¿Hay que tener otras herramientas para crecer como árbitro?
R: El arbitraje es complejo y fascinante porque es más que leer las reglas del juego…es ampliar el espectro, saber la conducta del ser humano, conocer como actúa bajo presión, con pulsaciones bajas, sin oxigenación en el cerebro, con ansiedad, incluso conocer al público en las tribunas porque el deseo de triunfar es el mismo para todos”
-¿Qué tan importante es para usted la planificación en su carrera?
R; La planificación es una de las influencias que me instituyeron de la parte militar porque todo debe estar planificado, todo debe estar escrito…saber lo que se va a hacer al día siguiente o en tres meses, determinar las actividades que hay que cumplir. La planificación no te va a decir que vas a tener éxito, pero no hacerla te va a asegurar el fracaso, por eso es parte de mis hábitos personales y profesionales.
-¿Estas premisa no la tenía cuando debuto como árbitro en su primer partido?
R: Debute un 19 de marzo – me acuerdo por las Fiestas de Elorza en Apure de 2017 como asistente en un partido en Coche…de allí en adelante dirigimos torneos regionales, partidos de Segunda División y en Primera División fui Cuarto Árbitro en 2019 que fue mi mejor año con mucha continuidad en el fútbol profesional.
-¿Qué lo alejo momentáneamente del fútbol y del arbitraje?
R: Ese año como estaba activo en la carrera militar me dieron la orden de reforzar dos años (previos a la pandemia) la frontera de Venezuela con Colombia por el estado Zulia donde me dieron la responsabilidad de dirigir dos grupos de infantería.
-¿Hasta ese momento como pudo compaginar ambas carreras?
R: Era bastante complejo porque tenía que tener mis cosas más actualizadas que el resto de mis compañeros que laboraban conmigo en la parte castrense. No podía tener excusas ni retrasos para atender mis actividades, asistir a los entrenamientos, a los partidos que muchos de ellos eran a mitad de semana en Puerto Ordaz, Guanare, Puerto La Cruz, Ciudad Bolívar…para justificar mis ausencias tenía que cumplir antes.
– ¿Dentro del Ejército quien lo ayudó a mantenerse activo por partida doble?
R: A mí me ayudo bastante el Coronel Alfredo Olivares de la Escuela de Educación Física de la Fuerza Armada quien tenía una visión del oficial de que no solo debía comandar tropas, manejar equipos sino que también debía ampliar sus conocimientos para una mejor toma de decisiones al momento de un conflicto o una crisis.
– ¿Y en su hogar quienes han estado con usted este tiempo?
R: Mi madre que vive en Yaracuy, mi hermano que vive conmigo, estudia mientras compartimos entrenamientos juntos y mi pareja que es árbitra profesional de fútbol sala quien ha sido mi bastón de apoyo, mi motivación cuando hay un bajón emocional normal en las personas y que recíprocamente le devuelvo de manera incondicional.
-¿Cómo es su día a día con árbitro profesional del Distrito Capital?
R: La planificación me ayuda a visualizar las metas: lunes y miércoles entreno por mi cuenta en la mañana mientras en la tarde voy a clases teóricas en el Pedagógico, martes y jueves entreno con mis compañeros de fútbol campo y varias noches a semana entreno a un grupo de personas en Fuerte Tiuna. Descanso los jueves por la tardes para prepararme a dirigir partidos viernes, sábados, domingos o cualquier día.
– ¿Cómo le gustaría ser recordado en la vida?
R: Quisiera que me recordaran como una persona humanista, empática. Me gusta preguntarles a mis compañeros sobre su vida porque a partir de allí puedo saber cómo está su vibración, como esta su parte emocional que me permita conectar con ellos para ayudarlos o para compartir energías positivas que retroalimenten el espíritu.
– ¿Cómo se visualiza en el futuro en el plano profesional?
R: Mi meta a corto plazo es retomar la carrera que quedo en suspenso cuando me fui a reforzar la frontera como militar. Me gustaría ser tomado en cuenta para dirigir más competencias y regresar a la elite donde estuve. También me gustaría ser masificador del tema arbitral, ayudar de forma positiva y constructiva a mis colegas, sobre todo a los jóvenes que se inician en la profesión. Estar siempre para quien lo necesite.