Cuando se busca en el diccionario la definición de la palabra creyente, dícese de la persona que profesa una religión determinada, aquel que tiene fe a prueba de cuestionamientos externos, ese que cree en la posibilidad de alcanzar los sueños a través de la perseverancia, alguien que conoce obstáculos, miedos y aún así decide superarlos en nombre de Dios, de sí mismo o del entorno que lo rodea.
Por ejemplo, la religión cristiana destaca que el verdadero devoto al creador debe amar la pureza, reconoce que si bien no existe la perfección se impone el libre albedrío para escoger lo bueno sobre lo malo, que practica la justicia y ama a sus hermanos, argumentos divinos que han trascendido de la palabra a los hechos por una cantidad incalculable de personas a lo largo de los últimos dos milenios. Alguien que sin objeciones, es creyente de la palabra, el valor, el esfuerzo y la acción siempre encaminado por el bien es Tony Gwin Perché González, árbitro de fútbol campo nacido en Caracas el 5 de noviembre de 1998, que siguió los pasos de su hermano mayor para crecer con méritos propios en una profesión que siempre está expuesta al escarnio público pero que ama con devoción y aprendizaje constante.
-¿Cómo fueron sus primeros años viviendo cerca de Caracas?
R: Mi infancia fue sana y tranquila viviendo en El Junquito junto a mis padres y dos hermanos mayores. Mi niñez fue un poco distinta a los demás niños que me rodeaban ya que de pequeño fui criado en religión y por mi parte no se celebrara en casa ningún tipo de celebridad pagana como carnavales, navidades o cumpleaños, etc.
-¿Qué valores de su religión aún conserva?
R: A la religión le agradezco que me inculcara desde temprana edad valores y virtudes de gran importancia como la honestidad, el amor, el respeto, la gratitud, la paciencia, la templanza, la diligencia, la pasión, la disciplina y la valentía.
-¿Cómo nació en usted el amor por los deportes?
R: Estudie en una unidad educativa publica la primaria y la secundaria donde resaltaron mi gusto por el deporte y la competitividad. Practiqué ajedrez, natación, baloncesto y por supuesto el fútbol donde en la adolescencia pude representar a mi institución en varios juegos inter-cursos o inter-escolares. También participé en varias competencias asociativas y federativas en fútbol campo como en fútbol sala.
-¿Correr también fue una de sus actividades predilectas?
R: En la semana aniversario de colegio me gustaba participar en carreras por la paz, maratones donde siempre me esforzaba para obtener reconocimientos…siempre mantenía esa persistencia y convicción de querer triunfar. A los 15 años participé por primera vez en la reconocida carrera 10K Caracas Rock como así tuve otras experiencias que entrelazaba con mis deberes estudiantiles y el deporte.
-¿Cómo se dio ese acercamiento hacia el arbitraje?
R: En mi caso inicié cuando realicé mi primer Curso de Reglas de Juego y comencé a asistir a las actividades teóricas. Los temas de dichas reglas y su interpretación me atraparon al ver que el arbitraje no es lo que se ve a simple vista, no es solo sancionar una falta o sacar una tarjeta cuando nos damos cuenta de todo lo que engloba.
-¿Qué vió más allá de las reglas?
R: La preparación y el estudio que hay que dedicarle al arbitraje porque no es nada fácil. Todo eso generó en mí una motivación increíble para querer seguir aprendiendo y evolucionando y bueno, te enamoras de la profesión desde el primer momento que diriges un partido, se va despertando un sentido de justicia que cambia tu mentalidad…no solo en las canchas como tal sino también en la vida cotidiana.
– ¿Cómo siguió ese camino de aprendizaje en materia arbitral?
R: Llegué a la Comisión de Árbitros en 2016 gracias a un Curso de Iniciación que se dictó en la Universidad Bolivariana. Mi hermano que es árbitro activo (Jhonny Perché) me invitó a realizarlo y me dio esa primera motivación para hacerlo porque conocía más que nadie mis aptitudes. Por motivos sociales y personales me distancié de la actividad pero hace dos años me reincorporé de forma continua hasta la actualidad.
¿Recuerda dónde y cuándo fue su primer partido?
R: Mi primer partido fue en el sector donde vivo aproximadamente dos años antes de ir a la Comisión por primera vez. Era un partido de categoría infantil donde no tenía nada de conocimiento sobre las reglas de juego, pero como era muy apasionado con el fútbol, me dio cierta ventaja que me permitió iniciarlo y terminarlo sin problemas.
-¿Y su debut a nivel profesional, en torneos distritales?
R: Una vez dentro de la Comisión de Árbitros del Distrito Capital mi primer partido como árbitro colegiado fue en el Complejo Fray Luis de León (Las Guacamayas).
-¿Qué emociones sintió en ese primer partido cómo profesional?
R: Más allá de la ansiedad, en ese primer partido salí contento y sentí orgulloso por el esfuerzo realizado porque recibir una primera designación por parte de la comisión es difícil. Había que trabajar fuerte, ganarse la oportunidad con méritos, era un proceso que debía cumplirse y respetarse. Ese primer partido fue un gran logro para mí.
-¿Luego del debut en cuantas competiciones ha participado?
R: He sido árbitro en la Liga Futve Junior, Liga Futve Femenina, Juegos Nacionales FVF, Liga Conmebol Evolution, Liga Nacional Masculina y Femenina, Ligas de Desarrollo y en las competencias de la Asociación de Fútbol de Distrito Capital.
-¿Qué satisfacciones ha logrado hasta el presente?
R: En 2022 obtuve un reconocimiento otorgado por la comisión regional por mi desempeño teórico y en 2023 represente a Distrito Capital en un Curso Nacional realizado para árbitros talentos donde me sentí satisfecho por el trabajo realizado.
-¿Qué valores de vida considera que deben predominar en el arbitraje?
R: El arbitraje va de la mano con valores y virtudes para el crecimiento personal. Hay que tener disciplina, dedicación, humildad, perseverancia, paciencia, y obvio uno de los valores más importantes que es el tenerle amor a lo que hacemos, de lo contrario no servirá de nada, hay que tener valentía porque el arbitraje no es para cualquiera.
-¿Tan exigente y complejo es el arbitraje profesional?
R: Es una de las profesiones más criticadas en el mundo. Es poco agradecida, reconocida, siempre estamos expuestos al escarnio público. Aun así, lo amamos, nos sentimos felices al desempeñar esta carrera, trabajamos fuerte para mejorar, intentamos no equivocarnos y nos sentimos mal cuando eso pasa. En el arbitraje hay momentos donde sentimos muchos altibajos emocionales, pero somos constantes, la disciplina nos mantiene y nos impulsa cuando la motivación no está al máximo.
– ¿Qué determina usted para la toma de decisiones en la cancha?
R: Cada árbitro tiene un criterio distinto al momento de tomar decisiones, sin embargo, hay lineamientos que deben seguirse y nos basamos en consideraciones específicas que consolidan las decisiones más puntuales que se toman en la cancha. En general siempre habrá detalles, pero nos enfocamos en que estos detalles no sean una mala decisión que influya en el resultado de un partido, aceptando como premisa el hecho de que somos seres humanos y estamos expuestos a equivocarnos.
-¿Con más razón que influye más en sus decisiones?
R: Mi metodología al dirigir es permitir el contacto hasta cierto límite, dar la mayor continuidad para que el partido fluya de una manera menos interrumpida, dando un mensaje a todo el entorno de que el árbitro está dejando jugar. Para mantener el control hay que tener consistencia y ser riguroso cuando el contexto lo exija.
– ¿Cómo lo aplica en la efervescencia de un partido?
R: En lo personal trató de acoplarme al entorno en la cancha porque todos los escenarios son diferentes…así como algunos jugadores te permiten ser permisivo otros son más severos con tus decisiones y te increpan. Allí es donde cada árbitro impone su personalidad y su estilo. El mío es bastante característico y siento que me ha funcionado. El árbitro de fútbol debe asumir el liderazgo dentro del terreno.
-¿Cómo maneja la presión del entorno, de jugadores, técnico o público?
R: El árbitro con experiencia puede lidiar con jugadores, técnicos y maneja situaciones. El público es más complicado porque en ocasiones agotamos todas las estrategias para que no se vea afectado el espectáculo debido al comportamiento en las tribunas…pero a veces las situaciones se salen de las manos y tocar utilizar otros recursos para resolver. En pocas palabras, esa presión se maneja con experiencia.
-¿Qué valores personales se necesitan para resolver esas diatribas?
R: El árbitro debe tener personalidad y rectitud para controlar situaciones extradeportivos para hacer prevalecer ante todo espíritu del fútbol a todo nivel.
-¿Recuerda un partido por lo complicado que estuvo para usted?
R: Tengo recuerdos de partidos de alta intensidad en competencias importantes, en fases decisivas, donde gracias a Dios las cosas me salieron bien. Cada partido es un reto, por esa razón debemos asumirlo con mucha responsabilidad porque en cualquier descuido podría pasar una situación atípica y no podemos justificarnos diciendo que no lo esperábamos… nosotros debemos esperar esas situaciones y resolverlas en el instante. Esos partidos nos pulen y nos hacen árbitros más integrales y completos.
-¿Además de ser árbitro tiene otra ocupación u oficio?
R: Soy estudiante de gerencia financiera con mención administración aunque actualmente está paralizado en el cuarto semestre. Estamos haciendo las gestiones para retomar la carrera mientras realizó cursos propedéuticos para mi próximo reto universitario que es especializarme en idiomas. Tengo inducciones de inglés, lo domino a nivel intermedio y es un conocimiento valioso que sirve para el arbitraje.
-¿Cómo es su día a día como árbitro capitalino?
R: Cuando mucha cantidad de partidos es bastante fuerte, nos toca entrenar, ver clases teóricas y trabajar en jornadas que desgastan físicamente. El tiempo cuesta administrarlo en mi caso que vivo en una zona alejada de la capital. Al movilizarme a mis actividades diarias consumó más tiempo para salir y luego retornar a casa. También tenemos exigencias como las pruebas que se realizan cada trimestre.
-¿Qué tan importante es contar con un buen grupo de trabajo?
R: Algo fundamental en esta carrera es el compañerismo. Convivimos día a día con nuestros colegas en el arbitraje dentro y fuera de la cancha que genera una simpatía al momento de trabajar…en los partidos existe bastante unidad y nos respaldamos unos a los otros. Aprecio y estimo mucho las amistades que me ha dado esta carrera.
– Para crecer es vital el entorno que está a su lado ¿podría hablar de ellos?
R: Siempre estaré agradecido por el apoyo, el cariño y la confianza que me han brindado mi familia, mis seres más allegados, que hacen lo que sea posible para avanzar y esforzarme para obtener más logros. Espero hacerlos sentir orgullosos de mí, y dios mediante, en un futuro cercano compartir los frutos conseguidos con ellos.
¿Y qué puede decir del hermano y arbitro Jhonny Perché?
R: Más que un hermano y mi amigo, él ha sido una figura paterna para mí desde pequeño. Me ha cuidado, se ha preocupado por mis cosas, ha sido fundamental su apoyo incondicional y su cariño. Además de tenerle respeto, admiración, lo veo como un símbolo de inspiración y esfuerzo. Para mi será el mejor dentro y fuera del terreno.
-¿Qué hace en su tiempo libre fuera de las canchas?
R: Cuando tengo tiempo libre me gusta descansar cuando se puede, me gusta compartir tiempo con mi mamá; algunas veces veo películas de guerra, series de comedia. También disfrutó los videos juegos o sencillamente estar tranquilo en casa. A veces esos ratos de tranquilidad se lo dedico al aprendizaje en temas alejados del deporte como documentales sobre historia o conocimientos en cultura general.
-¿Podría definir cuál ha sido su día más feliz?
R: Cuesta mucho definir eso porque hay muchos momentos buenos y creo que la vida se trata de eso, de disfrutar los buenos momentos y conservar los bonitos recuerdos que al final es lo que nos queda. Un recuerdo que me marco fue el Curso de Árbitros Noveles que fue una de las mejores experiencias que he vivido en la carrera.
-¿Cómo le gustaría ser recordado por quienes lo conocen?
R: Como alguien sincero, leal y carismático, fiel creyente de que las buenas acciones en su debido momento son recompensadas. Hay que hacer el bien sin mirar a quien o sin importar si se recibe algo a cambio o no, aportar en todo lo que se pueda siempre que sea con un fin positivo.
-¿Cuáles son sus metas a futuro en el plano profesional?
R: Mi meta es llegar a ser un árbitro internacional, participar en competencias importantes a nivel global y más que eso, dejar constancia de que el trabajo fuerte hace que las cosas sean posibles. Si me pregunta cuál es mi mayor aspiración pues sería estar en la final de un mundial de fútbol…no puede haber límites.
-¿Qué es para usted ser árbitro capitalino?
R: Es un orgullo vestir el uniforme del Distrito Capital por su prestigio e importancia en el futbol venezolano y me esfuerzo por representarlo de la mejor manera.