El periodismo es la disciplina hecha profesión encargada en difundir los acontecimientos que impactan a la sociedad. La información inició con la imprenta, evolucionó con la aparición de los medios audiovisuales y se ha potenciado con el vertiginoso desarrollo de los dispositivos tecnológicos como los actuales celulares. La noticia debe ser recopilada, analizada, procesada y presentada para que tenga mayor alcance. Quien realice ese proceso debe ser una persona responsable, preparada y veraz que sepa comunicar a una audiencia ávida de información con la finalidad de tomar posición de los temas, circunstancias o dilemas que les afecte.
Leinny Danuska Rodríguez Guevara conoce bien todas estas premisas, la aprendió en las aulas, las practicó en las salas de redacción, sin embargo, ella decidió desarrollar el arte de comunicar en primera persona, utilizando las manos, tarjetas o un silbato. Lo hace dirigiendo partidos como árbitra profesional de futbol campo. Su vida es un gran reportaje que escribe desde el esfuerzo, alegría y resiliencia.
¿Cómo fueron para ti esos primeros años de existencia?
R: De pequeña estuve metida en el deporte jugando kikimbol así como también me gustaba mucho el baile estando en grupos de danza…esas dos actividades eran lo mío. En el liceo seguí jugando kikimbol y en la universidad no solo lo practique sino que además participe en varios nacionales representando los colores del alma mater.
¿En cuál universidad realizó sus estudios de pregrado?
R: Al salir del liceo entre automáticamente en la Universidad Bolivariana de Venezuela donde me gradué a los 21 años de edad como Licenciada en Comunicación Social.
¿Qué le gustó del periodismo como camino profesional?
R: Sabemos que la comunicación de ahora no es el de antes cuando el periodista era sinónimo de honor y orgullo expresando, opinando, informando. Me gustaba mucho la libre expresión de la gente, el poder comunicar lo que sentía, decir la verdad, lo que realmente pasa y no lo que está sucediendo en la actualidad donde las noticias son más de lo mismo sin permitir que las personas se expresen como debe ser.
¿Pero había alguna materia que le gustaba?
R: Me llamaba mucho la atención el periodismo de investigación…me gusta el proceso, el poder realizarlo con todas sus variantes, todo lo que implica. Incluso fue una de las mejores materias que vi en los años de pregrado en la universidad.
¿Con la ventaja de salir graduada joven siguió estudiando?
R: Luego de recibir el título hice una Maestría en Información y Tecnología en la UNEFA pero me faltó presentar tesis porque salí embarazada y preferí irme del país. Espero retomarlo así como también iniciar nuevos cursos de actualización.
¿Siendo jugadora del kikimbol cómo fue que el fútbol llegó a su vida?
R: Mi mejor amiga con quien estudie en el liceo y la universidad (Jessica Hidalgo) era árbitro de la Comisión del Distrito Capital a la que veía siempre entrenando. Un día ella estaba haciendo con su grupo una carrera en la Cota Mil que continuaría en la playa. Por el bochinche le pedí unirme a ellos porque me gustaba la manera lo ameno que era el ambiente del entrenamiento lejos del aburrimiento y la cotidianidad.
¿Qué pasó luego de ese primer día de actividad?
R: Seguí ejercitándome con las muchachas en El Ávila, en la playa, hasta que un día en 2014 me invitaron a entrenar en el Estadio Brígido Iriarte donde estaba reunida la Comisión de Árbitros realizando trabajos de campo. Me presentaron a Mayker Gómez (árbitro internacional) quien me pidió que hiciera con él una carrera de 100 metros.
¿Al terminar esa prueba sorpresa que sucedió?
R: Maykel Gómez me aconsejó que me quedara porque tenía buena condiciones y me preguntó si sabía de fútbol a lo que atine a decirle que era 11 locos detrás de la pelota (risas) porque no entendía nada del balompié, nunca lo había jugado ni mucho menos le había prestado atención. Al comenzar a ir a las clases tampoco entendía mucho, pero la ventaja de ser profesional con capacidad de análisis me ayudó bastante.
¿Cómo fue ese proceso de enamoramiento con el fútbol?
R: Seguí asistiendo con regularidad a las clases teóricas donde poco a poco comenzamos a ver videos, leía las reglas de juego, las interpretaba y luego me iba a los partidos de mis amigas arbitras para verlas trabajar. Un novio de ellas se me sentaba al lado para explicarme todo lo que sancionaban: que si una falta, un tiro libre directo, mostrar una tarjeta amarilla por una patada temeraria…y así fui aprendiendo.
¿El tiempo reconoció su esfuerzo para poder aprender?
R: A los tres meses de estar en la Comisión me invitaron al Primer Curso Nacional de Arbitras que se realizó en Margarita donde fui una de las tres que asistió por Distrito Capital. Estando en la isla conocí a Candelario Andarcia quien me preguntó que si ¿yo era arbitro principal o asistente? yo le dije que no sé porque no sabía (risas).
¿Qué hizo Candelario Andarcia visto sus condiciones físicas?
R: Decidió evaluarme en ambas especialidades. Como asistente hice carrera con la bandera en la línea, señalización, lateralidad, de frente e hice un juego donde debía estar a la par del penúltimo jugador que se me escapaba por no quitarle los ojos a la jugada. Cuando me tocó como principal estuve montada sobre la jugada, me ubicaba bien, corría, no me dejaban botada y pitaba pese a no haberlo hacerlo nunca.
¿Qué determinante es estar cerca de la jugada?
R: Es importante porque es preferible equivocarse estando cerca de la acción que hacerlo a diez metros, es más fácil decidir montada sobre la jugada. Tras realizar las pruebas, Candelario Andarcia me dijo que iban a pulirme porque por mi condición y mi velocidad iba a ser perfecta como principal. Suelta esa bandera sentenció (risas).
¿Para quién no sepa que variantes tiene un asistente de un principal?
R: En el fútbol las dos son muy importantes: el asistente debe tener mucha velocidad y reacción, condiciones que también debe tener un principal aunque este debe ser un especialista en resistencia, correr la cancha. Si bien soy rápida aprendí de cero sobre la ubicación en el terreno de juego antes de la primera oportunidad en un partido.
¿Precisamente usted recuerda su primer partido como árbitra?
R: Luego de venir del curso me designaron por primera vez para un partido distrital en la categoría sub 14 en el Cocodrilos Sports Park donde originalmente era cuarto árbitro. Sin embargo, ese día el principal no llegó y en una llamada con el entonces Presidente de la Comisión (Luis Prior) me dijo que agarrara el silbato y pitara.
¿Qué paso entonces en ese estreno inesperado como principal?
R: Me metí a la cancha con dos asistentes de experiencia que me ayudaron bastante, aunque más clara y con noción por el conocimiento visto en clases y el curso. Aun así tuve nervios, las manos me temblaban, corría tras el balón, no sancionaba, ni señalaba nada en los primeros diez minutos (risas) hasta que mis compañeras me pidieron calma y poco a poco me fui soltando. Gracias a Dios todo salió bien.
¿A partir de ese momento como fue su evolución profesional?
R: Gracias a la Comisión y de Maykel Gómez comenzaron a mandarme con árbitros de experiencia a partidos duros para que pitara con el apoyo de asistentes exigentes en las líneas como Gabriel Lozada o William Gómez que me daban la firmeza para mejorar. También fui asistente con jueces rigurosos para que fuera aprendiendo de lo que ellos corregían, rotar, acoplarme a varios grupos de trabajo así como el roce de partidos – que en Distrito Capital ayuda mucho – me permitieron seguir creciendo.
¿En cuántas competiciones ha dirigido en estos años?
R: Debute como profesional en un partido fuerte de la Tercera División (manejada por FVF) entre Deportivo La Guaira-Metropolitanos siendo árbitro principal. Luego estuve en Segunda División como cuarto juez en bastantes compromisos. En 2019 me estrene en Copa Venezuela junto con árbitros internacionales, fuimos a Nacionales y este año dirigí el partido UCV FC-Nueva Esparta por la Copa Venezuela 2024.
¿A su regreso a Copa Venezuela, cómo le fue en ese partido de hace unos días?
R: Fue un partido de bastante exigencia que se cumplió Gracias a Dios, teniendo en cuenta que los hombres siempre tendrán una mejor condición física que las mujeres me preparo constantemente para estar al nivel de ellos porque soy yo quien se metió en el mundo de ellos, no al revés…por eso debo entrenar fuerte como si fueran ellos.
¿Ha podido conseguir el respeto como mujer y arbitro en la cancha?
R: Gracias a Dios me han respetado en la cancha por la preparación porque no es lo mismo que como mujer sancione una falta a 2, 3 metros de la acción a que lo haga a 15 metros de distancia…no es la misma credibilidad. Al principio cuanto pitaba los hombres se volteaban a pelear yo les refutaba con mi posición en la jugada que hizo que ellos me respetaran por mi conocimiento, mi ubicación y el trabajo como árbitro.
¿Qué representa la autoridad para un árbitro?
R: La autoridad es imprescindible porque una cosa es tenerla, ejercerla y otra bien distinta es ser autoritaria dentro del terreno de juego. Me hago respetar dentro del partido y cuando un jugador quiere sobrepasarse, a desaprobar, a cuestionar mucho las decisiones no dudo en mostrarle la tarjeta amarilla para que se controle y siga jugando. Cuando esto sucede los demás ven que eres la persona que llevas el ritmo de las acciones de un lado al otro se calman… mientras pito la autoridad soy yo.
¿Todo eso le permite tener una marca registrada como persona y juez?
R: Cuando te conocen como árbitro en competiciones estadales o nacionales los jugadores saben cuándo pueden desaprobar, que pueden decir, no llegar con groserías porque una falla puede ser discutible o apreciable pero que salga algo feo de la boca no lo perdono. Yo me preparo para esto, estudio, trabajo, respeto a los demás para que me respete, con mujer marco la formalidad, personalidad y diferencia en el terreno de juego…Se lo que debo hacer, ellos deben hacer el suyo en la cancha.
¿Todo lo que había hecho en el arbitraje tuvo un parón en el tiempo?
R: Por la situación que se vivía y con un hijo en brazos en 2019 salí de Venezuela con mi esposo (profesor en educación física) hacia Ecuador porque él tenía familiares. Allá atendía a mi bebe, entrenaba y era arbitro los fines de semana hasta que regresamos en 2022…Aquí las puertas aquí quedaron abiertas en todos lados porque como dice mi madre “hay que tratar a todo el mundo por igual por son ellas las que te ayudan”
¿El estar activa esos años le permitió regresar al arbitraje en el país?
R: Pese a estar fuera siempre estuve en contacto con el entrenamiento y el arbitraje, en Ecuador. A los tres meses de tener a mi bebe presente la prueba nacional que pase. Me fui del país lo hice con mi evaluación aprobada en mis manos.
¿Qué tan fundamental ha sido para usted el arbitraje?
R: Yo defino al arbitraje como vida…perdí a mi hijo llegando al país y el arbitraje es lo que me tiene viva…sino fuera por él nosotros habríamos hecho lo impensable, tal vez no estuviéramos aquí. El fútbol nos ha mantenido en el ejercicio de ser constantes, en trabajar, siempre en ayudar a los demás, lo que nos mantiene fuertes, más allá de mi dolor interno, firmes en el quehacer, en ese algo que nos para a diario.
¿Con su experiencia qué le dice a las personas que interactúan con usted?
R: Siempre le digo a la gente que cuando sientan más que no pueden más recuerden que hay personas que tienen problemas más grandes que los suyos…que hay quienes están en un hospital que no saben si van a vivir o no, que hay niños en la calle pasando hambre mientras se quejan porque el zapato les aprieta. Que pese a todo, el poder dirigir un partido de fútbol te permite comer y hacer un trabajo útil.
¿El arbitraje ha sido un punto de apoyo en tu vida?
R: Yo digo que el arbitraje es concentración, vida, dedicación, disciplina, pasión, es algo que me gusta. Entreno con mi esposo, si no está igualmente me paro de la cama y lo hago a cualquier hora del día con la rutina que él me manda. Entreno y luego hago mis estiramientos, abdominales porque si bien el arbitraje es un trabajo de equipo se llega solo…si quieres de verdad ser un árbitro internacional debes estar preparada física, mental y psicológicamente, sino no vas a llegar. Debes ir más allá.
¿Está convencida de la actividad física mejora la salud mental?
R: Caras vemos, corazones no sabemos…en mi caso personal el ejercicio es lo que me ha curado, en ese momento que te permite no pensar, para no agobiarte, para no culparte, para no lamentarme…es un tiempo donde liberas tu mente, se pone en blanco que es lo que tu cuerpo necesita, Al hacerlo drenas, el cuerpo se libera y te sientes renovado. Cuando no entreno la paso mal físicamente por eso que invito a las personas a hacer deporte porque es la mejor salida posible ante los problemas.
¿El entrenamiento refuerza esa necesidad de no pensar mucho?
R: Cuando te ejercitas te cansas, llegas a casa y el cuerpo te va a decir que vayas a descansar que permite que tengas menos tiempo con la mente ocupada, no te torturas psicológicamente aunque con tanta pensadera. El arbitraje han sido una salida positiva porque me ha hecho crecer como lo hacía cuando estaba con mi hijo, me activo para prepararme, correr, trabajar para los partidos del fin de semana.
¿Ha considerado solicitar ayuda profesional?
R: Yo no he ido a un psicólogo porque gracias a Dios no lo he necesitado y cuando lo requiera lo hare, pero ahorita no ha sido necesario. El arbitraje ha sido mi psicólogo, ha hecho ese trabajo, el compartir con tantas personas, el vivir cada experiencia ayuda. Le digo a mis compañeros que no se lamenten porque eso trae más dolor. Vive, disfruta lo que tienes, da gracias a Dios por tu familia, por correr, pitar, comer.
¿Además del deporte que más le ha permitido seguir adelante?
R: Los designios de Dios están escritos y todos estamos en esta tierra por un tiempo determinado. Lastimosamente nadie acepta la muerte de un ser querido, no estamos preparamos para ello, pero cuando empezamos a conocer un poquito de la palabra quizás uno empieza a entender lo que pasa. Aun asi cada quien vive su experiencia porque ningún duelo es el mismo para todos y en mi caso el deporte ayudo.
¿La fe en Dios le ha permitido seguir adelante en el camino?
R: Antes era creyente pero no iba a iglesias pero a raíz de esto necesitaba drenar, buscar respuestas, ir a donde llorar porque siempre se va a llorar. Yo lloro, pienso muchísimo, pienso en mi hijo…no hay un día que yo me pare dándole gracias a Dios por todo y una bendición a mi ángel, eso es siempre y nadie me lo va a poder quitar. Las respuestas que quiero no las voy a conseguir pero la palabra reconforta.
¿Este camino de vida ha existido una persona especial?
R: A mi esposo (Robert Mosqueda) lo conocí en el arbitraje cuando yo pertenecía a la Comisión de Distrito Capital, él al estado Aragua y ambos viajábamos cuando las pruebas nacionales se hacían en varias partes del país. Juntos nos fuimos a Ecuador, el hizo que nos mudáramos a Maracay y yo hice que nos viniéramos a Caracas. Él me ha pulido como asesor en las gradas, corrige lo malo, me exige con amor. És uno de los dos Roberts que me cuida, gracias a Dios por ponérmelo en el camino.
¿Es viable tener pareja en esta profesión tan exigente?
R: Es más fácil porque es más difícil tener una pareja que no comparta el arbitraje, que no va a entender que debes viajar con tres hombres, que te vas un viernes, regresas un domingo sin que haya conflictos…si no sabe cómo es la movida, que tú vas a trabajar, que no puedes comer mucho ni siquiera el día de partido, desayunas poquito, almuerzas temprano, no puedes chuchear, que no puedes estragarte en el camino. En un hombre es más sencillo si fuera el pero no para una mujer.
¿Cómo es el día de partido para ustedes que comparte en pareja?
R: Se para temprano el que tiene juego más temprano, yo arreglo los bolsos, el ayuda, luego me lleva al lugar donde debo dirigir, me busca si está desocupado o yo me voy con mi hermano u otra persona…nos llevamos la comida balanceada porque el desgastes de los partidos son fuertes. Al regresar a casa comentamos como nos fue en el día, las jugadas, consultamos con el reglamento y aclaramos dudas.
¿De los viajes, ha mejorado las condiciones en el tiempo?
R: Gracias a Dios con la actual directiva los viajes son amenos para nosotros porque los pagos son buenos pero antes todo era más complicado con los medios de transporte donde ibas incomodos. Ahora las cosas son más tranquilas para todos.
¿Alguna costumbre o manía que no olvida previo a dirigir?
R: Pendiente de las medias, que no se me olviden (risas). Si se te queda una camisa puede que te ayuden pero que si se te olvidan las medias es difícil que te las presten. Un día se me olvidaron en la mesa de mi casa y tenía un partido en Coche que debía dirigir, puse todas las excusas posibles a mis compañeros pero no entre al terreno porque me daba pena. Desde entonces hasta dos medias meto en el bolso.
¿A quiénes le dedica sus éxitos logrados en su existencia
R: A mi mamá (María Guevara) que siempre me ha apoyado en todo lo que hago al ser su única hija. Mi hermano Leiner a quien metí en el arbitraje, mi amiga Jessica que me impulso a ser árbitro, mi esposo que ha sido un pilar fundamental desde que nos conocimos, de quien he absorbido de experiencia y me termino de moldear. Agradezco mucho a todas las directivas del Distrito Capital, a Carlos López y Zulay Borja de la Comisión de Aragua que me apoyaron con amor cuando regrese al país.
¿Cuáles son sus metas a futuro viendo sus buenas notas en las pruebas?
R: Quiero ser árbitro internacional como lo quieren otras colegas que se están preparando a nivel nacional tan duro como yo. Trabajo para estar lista cuando llegue la oportunidad…cuando corro en la pista me enfocó en terminar mis pruebas y me motivo a seguir adelante porque mi sueño es lograrlo para marcar historia en Distrito Capital como lo han hecho Tayana Moreno y Oriana Zambrano (futbol sala). Sigo exigiéndome todos los dias para marcar diferencia y para resaltar en la cancha.
¿Cómo quisiera que la recuerden en la vida?
R: Que me recuerden alegre, amigable, buena compañera en la cancha, en el camino sonriente…porque más allá de que una tenga el corazón destrozado tratamos de ir sonriendo por la vida para brindársela a alguien que lo necesita.